Sunday, September 26, 2010

Aromas impuestos

Quizás fuere cuando el sol estaba despuntando, o durante la despedida que las nubes daban a la colina. Los pasos de los viajeros susurraban entre los arboles mientras sus manos aferrando los bastones comenzaban a palpar la humedad de un nuevo día. Llevaban varias jornadas deambulando por aquella comarca tratando de buscar un camino seguro, los que vendrían necesitarían canalizar su energía al asalto y no a buscar un camino entre la selva.
Fue al caer la tarde cuando llegaron al campamento de los parásitos. Al final de un cañón, en un pequeño terraplén protegido por un pared natural y el mismo lecho del río temporal que hoy estaba seco. El asalto debería ser siguiendo el propio lecho del río, pero ellos deberían de atajar a los parásitos desde la pared.
- Bien, mandare la señal y marcare este como el punto que ellos deberán usar para el asalto. - dijo Urgt. - Listo, tenemos 2 horas para rodear el campamento y tomar posición. - completó.

Las dos horas se diluyeron rápidamente mientras el grupo ascendía por la pared 300 metros río arriba y se colocan los arneses preparando para el ataque.
- Son 30 metros aproximadamente. ubiquen posiciones que a 10 metros de altura para resistir la primera andanada.
El grupo tomo posición; Urgt al centro del grupo de seis exploradores. Líder del grupo y dirigente del consejo. Alben, en el extremo derecho con relación a Urgt, alpinista connotado, eso lo había hecho merecedor de pertenecer al grupo. Martel, posicionado entre Ugt y Alben, había seguido el rastro de los parásitos. Palco, Urbin y Mercier estaban colocados a la izquierda de su líder.
- 10 minutos, verifiquen. - indico Urgt - activaremos los comunicadores a mi señal.
- Urgt, Urbin tiene un problema - dijo Palco mientras señalaba con el mentón a su compañero de la izquierda.
- No es nada - quiso aclarar Urbin - debe de ser el calor. Urbin estaba bañado en sudor y su tez estaba pálida. - O quizas algun bicho me pico en la selva, pero estoy bien, puedo ...
- Nada de eso - interrumpió Urgt - Mercier, toma al lugar de Urbin, y tu Urbin, te quedas aquí. Bajaras cuando el asalto haya concluido.
- Urgt, puedo hacerlo - urgio Urbin
- Esta dicho.

Algo que sabían todos era que cualquier error podía llevar el asalto al fracaso, asi que no hubo mayor discusion...
- 7 minutos - apunto Urgt.

Pero eso no acallaba la frustración de Urbin. Semanas planificando el plan, para que el piquete de un roñoso volador lo imposibilitara de saltar. Miro su brazo y vio el piquete, como si el insecto anonimo supiera exactamente en donde clavar su aguijón, en la vena. Y con ello la ponzoña seguramente ya estaba en su torrente, esperaba que fuera un tremolor azul el que le hubiera picado y o un remulante. No, si hubiera sido un remulante ahora estaría mas tieso que un tronco. Y empezó a sentir, había sido un tremolor. Era una especie de lotera química, dependía del humor del tremolor y de quien era picado para saber el efecto resultado.

- 2 minutos - Urgt.

Urbin se agazapo y comenzó a sentir un cosquilleo en sus extremidades pero podía moverlas. No seria parálisis. Su visión se agudizo y veía a los parásitos caminado en el campamento... pero lo mas extraño, los olía... Sentía los aromas y captaba los rastros que dejaban. Estuvo a punto de vomitar al percibir toda la mezcla de olores que se elevaban de aquel lugar. Entendía porque no había animales cerca de ellos. No los soportaban.

- 30 segundos hombres - urgió Urgt.

Urbin se concentro en controlarse y empezar a separar los aromas, descubrió que podía categorizarlos y pudo descartar la putrefacción del campamento y fue cuando identifico ese aroma característico, pero que de momento se le escapaba identificar.

- 5 segundos, activen comunicadores... ahora! - Indico Urgt, y al momento cada uno soltó el par de detonadores de impacto que fueron a caer al campamento y estallaron en una suerte de juegos pirotécnicos que simplemente anunciaban el inicio de la bajada del equipo de Urgt.

Los cinco hombres soltaron sus sogas y se lanzaron al vacío para llegar a los puntos que previamente habían identificado para agazaparse y disparar al menos durante 5 minutos, antes de que los parasitos los ubicaran y los desintegraran... pero esos 5 minutos serian suficientes para que los demas llegaran y los tomaran distraidos desde el cañon y ....

- Urgt!, regresen! - estallo la voz de Urbin por los intercomunicadores. Mientras los 5 se posicionaban he iniciaban el tiroteo. - La pared esta llena de explosivo, los van a volar antes de que lleguen los demas y no habra sorpresa, nos acabaran...

- Que!? como? ... - contrariado, Urgt empezo a escudrinar en la pared buscando los explosivos - estas seguro? -
- Los huelo!, confia en mi nariz, yo los cubro mientras regresan. - Todos sabian que alguno seria alcanzado, pero el plan podria irse al traste si los cinco quedaban sepultados antes de tiempo.
- Palco, Alben, ustedes primero. ahora!
Y ambos iniciaron la escalada lo mas rapido posible, mientras Urgt y Mercier disparan desde su posicion y Urbin, al punto del vomito lo hacia desde arriba... Mantuvieron a raya a los parasitos y lograron llegar.
- Martel, vamos!
Y ambos comenzaron por su parte la escalada. Los parásitos tuvieron tiempo de reponerse de la sorpresa y detonaron los explosivos de la pared. Desafortunadamente para Martel, esta lo arrastro hasta el fondo, Urgt, alcanzado por algunas rocas... quedo colgando a 3 metros de la cima. Pero fue halado por los demás.

Sin saberlo el plan siguió, desde arriba los cinco continuaron manteniendo a raya a los parasitos. Que desmontaban algunos canones de sus posiciones originales para apuntarlar a la cima de la pared, mientras otros se colocaban las mochilas de vuelo para ir tras los inusitados asaltantes de los asaltantes.

- Mantengalos distraidos! - gritaba Urgt por el comunicador. El primer disparo del canon pego cerca de Urgt que se vio lanzado hacia atras.
- Ahora espero que los demas lleguen a tiempo! - dijo Palco
-Ya estan aqui - dijo Urbin - ya los huelo.

Y si, mientras el campamento estaba distraído en la pared, por el canon arribo una cincuentena de hombres, algunos de ellos también con mochilas de vuelo que no tuvieron problema en destruir a los parásitos, los restos quedaron regados a lo largo y ancho del mismo y se decidió sepultar el lugar detonando la pared...

Cañón Martel, fue el nombre que le pusieron al lugar.

Saturday, July 03, 2010

Casualidades...

Como habría sido? De repente las tropas estadounidenses estaban ya estacionadas en Nogales, Reynosa y Tampico. Extrañamente la izquierda había guardado silencio al mismo tiempo casi que el congreso había aceptado una iniciativa que otorgaba nuevos fondos presupuestales al partido mayoritario del frente unido. Ya también en los aeropuertos de la ciudad de México, Guadalajara y Monterrey se tenía un hangar (construidos en tiempo record) para vehículos del ejército “gringo” y unidades de “Marines”.

Y el público? La opinión pública escuchaban las bondades de las tropas, las televisoras atiborraban el horario triple A con notas marcadas de heroísmo y altruísmo del grupo de “pacificadores” que estaban limpiando de la corrupción el abnegado territorio mexicano. Ya en el sureste no había problemas, quizás porque un poco más de la mitad de la población había desaparecido, entre los fallecidos por la ultima nueva sepa de gripa humana y los que habían logrado salir del territorio antes de que se cerraran las fronteras de los estados de la península de Yucatán, Chiapas y Tabasco. 

Fue una inesperada oportunidad para limpiar de una vez al sureste de esa “piedra en el zapato” llamada Zapatistas. Qué curioso que la sepa surgió en las selvas de los altos, precisamente luego de una temporada de avistamiento intensivo de Ovnis… muchos pregonaron que no eran más que aviones extranjeros regando esa “nueva cepa” que se propagaba por el aire pero que irremediablemente se desgastaba un par de meses después, luego de haberse llevado a la tumba a mas de 2 millones de personas, sobre todo indígenas, zapatistas y uno que otro distraído mestizo que hizo caso omiso a salir de la zona. El problema fue que varios de los que salieron, ya llevaban el virus consigo y por eso aparte de “limpiar” las selvas, limpiaron la península yucateca y acabaron ahora si con los descendientes de la cultura maya… casualidades, todos sucedió unos meses antes del invierno de 2012, cuando el calendario maya marcaba el final del quinto sol de sus ancestros…

Tuesday, June 01, 2010

Casi un año...

Pero no lo fue, sólo 10 meses me tomo regresar por estos lares,

Para pintar un paisaje sacado de la imaginación,
Para plasmar sonidos entre mezclados entre mis tímpanos, el sopor de una tarde y el barullo de voces que no terminan de dar una idea clara del futuro que nos espera.
Para formar una mota mas de polvo a esta nube de estrellas que conforma mi existencia.
Para soltar un suspiro que me acerque mas a mi Creador.
Para paladear una gota salada de mi sudor.
Para mirar tras la ventana y preparar mi andar...

Para esto y muchas cosas más se escucharía en ese trillado anuncio de navidad

Friday, August 14, 2009

Un retazo poetico...

Creyendo en lo que creía, viendo a través de la ventana aquella mañana sentía poder alcanzar las copas de los árboles. Pero sin falta su vista bajaba por los troncos y se volvía a depositar en el suelo. En la polvorienta acera que le llevaba día tras día a su cotidiano trabajo.

Sueño de cada día por soltar las amarras
Por convertirme en el marinero que mi sangre impulsa,
Hacerme amigo y cómplice del viento,
Contagiarme del salado aliento del mar.

O volar con las aves como tantos otros lo han soñado
Pero nadie lo ha logrado,
Yo volaría más allá del cielo, más allá de los nidos,
Cuanto más volara, más dentro de mí estaría

Cuando la mañana se esfume y me deje, estaré yo muy lejos,
Lo suficiente para poder ver a la muerte de frente y
ante su inevitable llegada tendría yo el tiempo,
los segundos necesarios para verle a los ojos y sonreír.

Cuando entonces el silencio me fuera cobijando,
Y la negrura pareciera cubrirme con la sombra eterna,
Convocaría al mar, mi amigo y;
Con mi último suspiro llamaría al viento para juntos,
Convencer a la muerte para que ella me acompañara a mí.

Thursday, August 06, 2009

El biplano

Así como cuando la ola del mar llega finalmente a la orilla. Uno contempla como ella lucha por subir por la arena, hasta que culmina su avance e inicia su regreso al gran océano, de donde nació.
Así, él mismo se dió cuenta claramente que estaba arribando a una nueva etapa. - “He buscado en muchos recovecos tratando de extender el último esfuerzo pero nada”. – pensaba para sí…

En este momento de mi andar, - continuaba - no me angustio, y menos porque me doy cuenta de lo que esta pasando, del por qué de esta “calima”, de esta calma. Estoy tranquilo, como cuando llego a la playa y contemplo las primeras olas, y siento las
primeras caricias del mar. Descubriendo que mi vida es así, como el océano. Una ola siempre será seguida de otra, la cual nunca será igual a la previa. Es la magia, es el saborcito que adereza cada paso…

Fue en ese momento que recordó en donde estaba… volteó por encima de su hombro, y le sonrió a su hijo que iba sentado en el asiento de atrás del ligero biplano. Le hizo la señal del pulgar arriba y le dijo: ¡Listo “calamaro”! Te toca volar a ti! Y el “calamaro” como así le solía decir, tomó control del avión y lo dirigió hacia el horizonte, iniciando la nueva aventura, aquella tarde de abril.


Tuesday, July 21, 2009

Una tarde de merlot

Recuerdo esa tarde hace algunos años. Todavía fumaba, bueno, si es que nuestros honorables fumadores aceptan que fumar es tomarse 2 o 3 cigarros a la semana… aunque eran sin filtro, lo recuerdo bien. Estaba sentado a las afueras de mi casa, en una calle tranquila, de esos tesoros ocultos que todavía existen en mi ciudad. Y en mi mano (en la que no sostenía el cigarro), una copa de vino tinto. Era un sencillo merlot Chileno. Apenas estaba dando mis primeros pasos en la apetencia de esos delicados líquidos venidos de muy lejos. Si, era un Merlot, me quedé con la enseñanza de que en Chile se dan muy bien los Merlot, así como en Argentina una de las mejores uvas es la Malbec.

Era un tenue sabor a mora, y le seguía el perdurable sabor de la ceniza… quizás acentuado por esa pizca de tabaco que me deglutía en forma de gas y pegaba directo a mis pulmones. Mas en ese momento no me preocupaba por eso. El tabaco –sin filtro- y ese tinto que bailaba en mi boca y acariciaba mi esófago hasta perderse un poco más allá, me llevaban por encima de esos árboles que cubrían la fachada de mi casa y, al edificio del que formaba parte. Subía lentamente al son del humo que iba arrebatando de mis entrañas y me dejaba llevar por el viento de verano, al igual que las nubes de lluvia danzaban plácidamente sobre la ciudad y que no tardarían en desbordarse para precipitar una tormenta más sobre los nunca bien preparados conciudadanos míos.

Pero en el interludio a la vespertina lluvia de julio, yo me transportaba más allá de las nubes, mas allá de ese valle del Atemajac, viajando en uno de esos rayos del sol que se colaban entre las nubes creando mi agujero de gusano particular, para llegar a esos valles del sur, los que nunca he pisado y que sin embargo he saboreado. He sido testigo de ese desflorar de la chicuela a la sombra de una vid, he sentido el raspar del polvo helado que baja desde los andes y se cuela hasta el pacifico, he sido testigo de la cosecha de la uva, allá entre marzo y abril.

De repente, mi agujero de gusano me arrastra de regreso a mi ciudad, cuando las primeras gotas de lluvia caen entre las hojas de los arboles, y miro a lo lejos, calle abajo como la cortina de agua se acerca y pasan corriendo un par de enamorados sorprendidos al salir del auto.

Apuro mi cigarro, aspiro su amargo sabor y lo atenúo con un sorbo de mi copa… Sale el humo y tomo el último trago de mi Merlot, de ese pedacito de valle andino que por azares del destino, conoció mi ciudad y una tarde como otras me llevó a volar.

Thursday, July 16, 2009

Ensayo sobre la terquedad

El ser humano es un ente terco. Puede parecer persistente o tenaz, pero creo que ante todo es terco. La persistencia y la tenacidad se diferencian de la terquedad en el sentido y la voluntad que cada una implica. Pero el terco lo es por el mismo hecho de serlo, sin sentido y muchas veces únicamente por llevar la contra. Incluso la contra a sí mismo.

Hoy me di cuenta de eso, hubo necesidad de que mi cuerpo me mandara un mensaje extremadamente claro para detener mi “ritmo”. Apenas hoy, después de tres días de “descanso” caigo en la cuenta de que no me hacía caso a mí mismo. Si generalmente somos lo bastante orgullosos para no atender las recomendaciones o recriminaciones de los que nos rodean, menos aun atendemos las llamadas de atención de nuestro propio ser.

Mi llamado interno era sencillo, no me pedía cambiar mi vida, ni realizar un “cambio de carril”, solamente me avisaba que podía hacer aun más rico mi vivir y en verdad enfocarme a lo que pudiera ser mi misión en este momento. Quizás el miedo y la comodidad fueran los velos que se movían a todo vapor para no escucharme ni atenderme.

Me pongo a imaginar, cuanta gente, no la inmensa masa que no conozco, no el colectivo que me rodea, sino los que tengo a una llamada de distancia, aquí a mi lado tienen esos velos también. Como esa energía amorfa llamada apatía sigue enseñoreando la voluntad de cada uno, distrayéndonos del potencial que dejamos evaporarse en nuestras vidas.

Y mejor no ahondo en ese tópico, que es un distractor mas en lo que inicialmente me puso hoy aquí, frente a las letras y la hoja en blanco, regreso a mí mismo y mi terquedad para escuchar. Como lo comento más atrás, ahora me tengo de frente, sin el trajín y los “deberes reales”. Me veo como soy o como podría llegar a ser. Y veo el camino, tan sencillo, tan mío y tan posible para cumplimentar.

Momento de tanto por hacer, no es necesario comentarlo aquí, porque el ente colectivo es una sombra que es temerosa de las luces de cada uno de los que lo conforman. Es mejor ir como Sun Tzu lo describe, sin darse a conocer al enemigo, y más cuando el enemigo puede ser uno mismo.